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Cincuenta personas con grandes cabezas de conejo de cartón sobre los hombros
invaden el centro de Melbourne. Caminan rápido por las calles y callejones de la
ciudad, desperdigados o en manada, se paran de vez en cuando y miran con
frecuencia de lado.
En 1859, un colono liberó en Australia doce pares de conejos salvajes que había
traído desde Inglaterra para cazar. La abundancia de alimentos, la falta de
enemigos naturales y la gran velocidad con la que se reproducían, provocaron una
invasión de diez mil millones de conejos medio siglo después. Los intrusos se
comían el forraje de los animales nativos y ocupaban sus madrigueras, se
extinguieron muchas especies y desaparecieron bosques enteros.
Para luchar contra la plaga se importaron zorros, se construyó una valla que
atravesaba todo el país, y a partir de los años 50, se empezó una guerra
bacteriológica que finalmente funcionó: se han exterminado más de la mitad de los
conejos. La fauna y flora locales, poco a poco, vuelven a regenerarse.
La acción Human Rabbits está pensada específicamente para llevarse a cabo en
Australia. En este país el conejo tiene connotaciones negativas de animal invasor
y destructor del ecosistema local, pero universalmente el conejo también es un
animal simpático y social, una mascota. Estas asociaciones contradictorias,
negativas y positivas, hacen reflexionar de manera abierta y con sentido del
humor, sobre el concepto de inmigración, de invasión, de grupo y de identidad.
Una acción llevada a cabo para la primera exposición retrospectiva de mmmm... RMIT Gallery, Melbourne, Australia. 2017. Con el apoyo de la Embajada de
España en Australia.
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