Tres espacios de borrachera homogénea. 21 de diciembre de 2002, Madrid, España
Los invitados a una acción en una galería son pesados y etiquetados al entrar. Se les etiqueta en función de su peso y sexo. Tienen que leer unas bases para continuar.
La Zona 1 es tranquila. Para acceder a la Zona 2 tienen que haber bebido un número determinado de chupitos de vodka. El número de chupitos depende del peso y sexo de cada persona. Cada vez que una persona bebe un chupito se le hace un troquel en la etiqueta. La etiqueta es intransferible, va sujeta a la muñeca con una brida tensada.
El control de acceso a la Zona 2 es rígido. Solo pasan los que han bebido lo suficiente. En la Zona 1 no se sirve más alcohol a los que han bebido su cupo de chupitos en esa zona. Se separan parejas y grupos de amigos, los que beben más despacio se quedan atrás.
La Zona 2 parece un bar más que una galería. La gente sigue bebiendo, quieren llegar al final. Algunos que han llegado demasiado rápido a la Zona 3 son expulsados a la fuerza por vandalismo.
En la Zona 3 ellos van con más de diez chupitos en el cuerpo. Ellas con más de seis. Gritos, meadas, striptease, morreos, violencia. La Zona 3 es un manicomio. Es el caos. Aún son las diez de la noche...